jueves, 22 de julio de 2010

Los cantegriles

La tarde de hoy jueves, fue una tarde muy interesante. Desde la Universidad de la República (UDELAR), nos organizaron una visita a una serie de proyectos que ellos tienen a las afueras de la ciudad de Montevideo con población en situación de vulnerabilidad. Tienen una sección universitaria encargada de coordinar estos Programas de Intervención Metropolitana, como ellos les llaman. Resulta muy interesante el nivel de autonomia respecto de las instituciones públicas, he incluso de la propia universidad, que solo se encarga de financiar economicamente los proyectos de esta seccion llamada Extensión Universitaria.


La Universidad, por su naturaleza mantiene un distanciamiento con las diferentes administraciones públicas, manteniendo la autonomía universitaria. La inversión y la acción de la UDELAR es muy importante comparada con la universidad española. La UDELAR, por ejemplo, financia, gestiona y administra un hospital entero, similar en dimensiones al de Getafe, donde todo el personal ha sido estudiante de la universidad y en el cual realizan sus prácticas los estudiantes. Del mismo modo las cafeterias y sericios de reprografia de las diferentes facultades están en manos estudiantiles y los diferentes directores (decanos) no tienen ningún tipo de poder en las decisiones que estas toman.

Retomando la visita realizada esta tarde, nos llevaron a un asentamiento informal. Las familias se fueron asentando, ante la falta de suelo y de una viviendo asequible, de manera irregular, construyendo sus propias chabolas, hasta conformar barrios enteros. Estos tienen calles perfectamente dibujadas, luz y agua pero no tienen sanemiento, por lo que tienen que hacer huecos negros, como los llaman aquí. Las calles están llenas de basuras que, en algunos lugares están en la especie de patio delantero de las humildes construcciones... Aquí, en verano debe ser muy elevado el riesgo de infecciones ya que conviven con basura, animales, perros (vi varios de ellos con sarna...).

Llegando a este asentamiento pasamos delante de un vertedero, alrededor del cual se observaban casas de chapa y carton, entre montaña de basura. Estas se encontraban en el perimetro que rodeaba el vertedero y en ellas habitan los denominados "recicladores", personas que trabajan en el vertedero reciclando todo lo reciclable, que luego venden al peso a los intermediarios. Por este motivo, se construyen sus viviendas enfrente del gran basurero montevideano.

La Extension tiene en el asentamiento que visitamos, Flor de Maroñas, un policlinico en el que realizan sus practicas algunos estudiantes de medicina. Este policlinico está totalmente gestionado por los vecinos del barrio. Esta parte del barrio, tiene una cohesion social alta respecto de otras parte del asentamiento, ya que fueron los primeros en llegar tras el cierre de las fabricas en la década de los 80-90 y, su tradición sindical les ha seguido manteniendo unidos. En las otras partes que visitamos, de calles embarradas y sin asfaltar, la seccion universitaria tiene un programa de educacion fisica con niños pequeños o "gurises" como les llaman acá, en el que tratan de que hagan deporte y se relacionen con otros nenes del barrio, ya que de otra manera estarían vagando por la calle. Aqui no pudimos hacer fotos ya que nos dijeron que por seguridad y por respeto a los niños (que no se vieran como un espectaculo) nos hicieron dejar las camaras en la furgoneta. Los niños eran encantadores, en cuanto nos vieron llegar y se enteraron de que eramos...¡¡extranjeros que habian ido a visitarles!! se pusieron super contentos, jejeje!! De hecho no querian que nos fueramos!! Para ellos, que generalmente nadie se preocupa por ellos, que vinieran a vistarlos desde tan lejos tuvo que ser motivo para sentirse, en cierto modo importantes, ¿no creeis?

Sin embargo, queda tanto por hacer...

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