miércoles, 16 de marzo de 2011

La "Biblioteca" Nacional

Argentina es un país de contrastes... Quizás como todos, pero sobre todo es un país extraño. Intenta asemejarse a Europa, de hecho creo que en la mentalidad argentina existe el sentimiento de considerarse medio europeos... O, por lo menos en la mentalidad porteña. Sin embargo, hay cosas, a nivel institucional, que hace que detrás de los grandes edificios de Puerto Madero, del puente de Calatrava (sí, también aquí tiene uno), se esconda un país con algunas carencias que se hacen incomprensibles e, incluso, contradictorias...

Hoy me desplacé con Jorge, un español que está hospedado en la casa y que está realizando su doctorado, a la Biblioteca Nacional Argentina, con la intención de fotocopiar algunos capítulos de un libro que no se encuentra ya en las librerías a pesar de estar escrito a mediados de la década del 90.
Pero, ¡¡cual es mi sorpresa cuando no está!! Jorge me había dicho que no era como la Biblioteca Nacional de España, pero para nada pensaba que fuera tan pobre. No solo es que no tuvieran el libro que buscaba en concreto. Ante mi curiosidad, intenté buscar alguno de los libros que habia visto en las librerias de la Avenida Corrientes... ¡¡pero tampoco!! No había, en la Biblioteca de la Nación, ni uno solo de los libros ni de los autores que busqué...

Compungido, cansado y desanimado inicié, yo solo (Jorge si encontró sus libros) la vuelta a casa. Desde la avenida de las Heras, en el barrio de Recoleta, fui andando hasta la avenida Corrientes. Cuando caminando por la avenida Callao, entré por entrar en una librería, sin ánimo de encontrar nada interesante y guiado quizás más por el hecho de retrasar la vuelta a casa, que significaba volver al estudio, me puse a chismosear... ¡¡Y encontré 3 de los libros que no estaban en la Biblioteca Nacional!! ¡¡Alucinante!! ¿Como no puede una Biblioteca Nacional, que se supone que es la más grande del país, no tener libros que tiene una pequeña libreria?

Evidentemente esto muestra el hecho de la falta de inversión pública que existe en este país. Mejor dicho, diría que hay una falta de inversión pública programada, organizada, ya que si que utilizan desde todas las administraciones públicas, locales, provinciales o nacionales, fondos públicos utilizados con fines clientelares, en una clara búsqueda del rédito electoral inmediato. Importandoles poco el largo plazo.

Esto de la Biblioteca es un claro caso de un mal endémico de la Argentina, de un fallo estructural que arrastra de décadas de gobiernos dictatoriales o democráticos corruptos, más preocupados de mantenerse en el poder que de la implementación de políticas sociales que hagan avanzar al pueblo.


...La Rebeldía Alimenta la Esperanza...

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