Hacía muchisimo frío y subir en aerosilla hasta el inicio del camino que nos conducía al glaciar nos dejó helados. sin embargo merecía la pena ya que las vistas de la ciudad desde lo alto, eran preciosas. Comenzamos a ascender caminando sobre un río helado y cubierto 
de nieve, en dirección a la base del glaciar, que ya nos habían advertido que no se veía debido a la cantidad de nieve existente. Seguimos subiendo sin saber exactamenta por donde ir, ya que no se apreciaba el sendero ni las pisadas del día anterior. Creo que nos decantamos sin saberlo por el sendero más complicado. Lo llamo sendero por decir algo, ya que creo que nos inventamos una nueva ruta... jejeje! Aunque de esto nos fuimos dando cuenta a medida que ascendíamos por la empinada montaña que habíamos elegido. Cada vez el camino se inclinaba más y la nieve fue dejando paso al hielo que, unido a la altura y a la inclinación del terreno, un paso en falso habría sido una hostia de un tamaño considerable, siempre y cuando se quedara en eso. Hubo en momento en el que estando de pie, apenas había que flexionar las rodillas para tocar la pared... Para ir subiendo por el hielo, debiamos y dando patadas buscando un apoyo para el pie, intentando agarrarnos al mismo tiempo con las manos. Sinceramente, en algún momento, pasé miedo, sobre todo cuando miraba para abajo pensando en la posibilidad de que no hubiera otra manera de descender que por donde estabamos subiendo... ya un bajar por ahí hubiera sido suicida, habiendo tanto hielo...
de nieve, en dirección a la base del glaciar, que ya nos habían advertido que no se veía debido a la cantidad de nieve existente. Seguimos subiendo sin saber exactamenta por donde ir, ya que no se apreciaba el sendero ni las pisadas del día anterior. Creo que nos decantamos sin saberlo por el sendero más complicado. Lo llamo sendero por decir algo, ya que creo que nos inventamos una nueva ruta... jejeje! Aunque de esto nos fuimos dando cuenta a medida que ascendíamos por la empinada montaña que habíamos elegido. Cada vez el camino se inclinaba más y la nieve fue dejando paso al hielo que, unido a la altura y a la inclinación del terreno, un paso en falso habría sido una hostia de un tamaño considerable, siempre y cuando se quedara en eso. Hubo en momento en el que estando de pie, apenas había que flexionar las rodillas para tocar la pared... Para ir subiendo por el hielo, debiamos y dando patadas buscando un apoyo para el pie, intentando agarrarnos al mismo tiempo con las manos. Sinceramente, en algún momento, pasé miedo, sobre todo cuando miraba para abajo pensando en la posibilidad de que no hubiera otra manera de descender que por donde estabamos subiendo... ya un bajar por ahí hubiera sido suicida, habiendo tanto hielo...Sin embargo, a la cima de este "pequeño" cerro y girarme para mirar el paisaje... ¡¡¡QUÉ MARAVILLA!!! Se apreciaba todo el canal de Beagle, Ushuaia, los Andes... ¡¡Una postal increíble!! Fotos, risas y... un nuevo camino para descender, amplio, sin hielo, ni tanta pendiente, pero con una capa de nieve que cada vez que dabamos un paso sos hundiamos hasta las rodillas!!! Jejejeje!! Pero qué gozada, que sensación de flotar sobre la nieve, de disfrutar el frío, las vistas, la montaña... ¡¡¡No tengo palabras!!!
Realmente ha sido lo mejor que he hecho, por el momento, en este viaje.
Dejo un texto de Lord Byron que muestra lo que uno siente ante la inmensidad de la Naturaleza...
"Hay placer en los bosques sin senderos...
hay éxtasis en una costa solitaria...
está la sociedad, donde nadie se inmiscuye por el oceáno profundo...
y la música con su rugido...
No amo menos al Hombre...
Pero sí más a la naturaleza..."
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